Las plantas son la manera natural de decorar y dar personalidad a tu hogar. Sin embargo, en ocasiones puede que los cuidados que les estemos dando no sean los adecuados y acaben marchitándose o, incluso, secarse.
Para que eso no ocurra, vamos a enseñarte cómo cuidar las plantas de interior y exterior correctamente.
¿Conoces el tipo de planta que tienes?
Para que una planta crezca y se mantenga sana es fundamental conocer qué tipo de planta es. Esto facilitará su bienestar, ya que saber de que planta se trata hará más sencillo orientar los cuidados hacia sus necesidades.
Por lo general, se pueden diferenciar dos tipos de plantas: las plantas de interior y las plantas de exterior.
Plantas de interior y exterior.
La principal diferencia entre las plantas de interior y las de exterior es su resistencia a los diversos ambientes. Las de interior son menos resistentes a las altas o bajas temperaturas y necesitan menos luz directa. En cambio, las de exterior se caracterizan por ser más resistentes a las diferentes temperaturas y toleran los rayos de luz directos.
Individualmente, cada planta, ya sea de interior o exterior, tendrá un mayor o menor grado de resistencia ante los diferentes climas.
Otras diferencias las encontramos en el tipo de cuidados que necesitan. Las plantas de interior suelen necesitar cuidados diferentes a las de exterior, pero cuidado, eso no quiere decir que necesiten menos. Para que no se cometa ningún error nosotros te vamos a enseñar cómo cuidarlas.
¿Cómo cuidar las plantas?
Vamos a aprender a cómo cuidar las plantas de interior y exterior. Las instrucciones que debes seguir para que tus plantas crezcan sanas son las mismas para ambos tipos.
El primer paso y el más importante es conocer qué tipo de planta tienes. O si eres principiante y estás comenzando en este increíble mundo debes saber qué tipo de planta quieres. Esta información es esencial, ya que el resto de las instrucciones dependerán de esta.
El siguiente es encontrar un lugar en el que se sienta cómoda. La mayoría de las plantas de interior necesitan mucha luz, ya que no toleran los rayos de sol directos, y temperaturas estables que no sean ni muy altas ni muy bajas. Por lo que las estancias más luminosas serán perfectas para ellas: cuanto más cerca de las ventanas estén, más luz recibirán.
En cuanto a las plantas de exterior, son más resistentes a la luz solar directa y a las altas y bajas temperaturas. De manera que un jardín amplio y luminoso es la elección más sabia. Al comprarlas vienen con un macetero de plástico, pero nosotros te aconsejamos que elijas uno de cerámica que te guste y combine tanto con la planta como con la estética de tu casa.
El siguiente paso a tener en cuenta es la selección del sustrato en el que crecerá, es decir, la tierra. Para elegir el correcto debes consultar con un profesional que te indique cual es el indicado para tus plantas. Así tendrás exactamente lo que necesitan.
Se suele pensar que cuanta más agua mejor, pero no, has de controlar el riego. Este dependerá de cada tipo de planta. Las de exterior suelen necesitar más días de riego que las de interior, pero dentro de cada tipo hay unas que necesitan más o menos. Por ejemplo, las plantas como los cactus o las suculentas son plantas fáciles de cuidar y necesitan muy poca agua. Por el contrario, las calas blancas o los lirios necesitan mucha más.
El abonado, la poda y la humedad ofrecida con pulverizador son aspectos muy importantes, pero no son tan determinantes como el resto. Cada planta necesitará un tipo de abono diferente y en épocas del año concretas, por lo que deberás consultar con un especialista antes de comprar y suministrar cualquier tipo de fertilizante a tus plantas.
Respecto a la poda, las plantas de interior se suelen podar al gusto y en menor medida que las de exterior, que deben ser podadas regularmente. Depende también de cuánto haya crecido. Además, la mayoría de las plantas necesitan estar en un ambiente húmedo. Deberás tener un pulverizador y humedecer tus plantas para recrear en la mayor medida su hábitat.
¿Qué tipo de plantas elegir?
Si acabas de comprarte una planta o llevas poco tiempo en este increíble mundo seguro que prefieres comenzar con plantas fáciles de cuidar. Te aconsejamos elegir las más resistentes, no necesitan muchos cuidados y, además, todas son bonitas. Puedes comenzar con plantas de exterior fáciles de cuidar como la Zamioculca, ya que esta se considera la más resistente tanto por su tolerancia a la luz directa como por los pocos cuidados que necesita. Y, si ya eres todo un experto, ¡la elección es toda tuya!
