Más bonicos imposible
Te gusta, ¿verdad? Ea, lo que yo decía…
Como ya habrás podido observar yo soy de cuidar los detalles, ¡y de vosotros también!
Por eso, mis ramos te llegan a casa de esta guisa:
– Con su cajita más mona que las pesetas.
– Con su dedicatoria (para que le digas a esa persona especial todo lo que la quieres).
– Y envueltos en papel kraft y con un lazo de rafia.
Además, para mantener los tallos frescos por más tiempo, la caja viene troquelada (con agujeros por toda la parte trasera que permiten que la flor respire), envuelvo los tallos con un empapador humedecido (para que tengan agua durante el viaje) y te regalo un sobre de conservante para que te duren más tiempo. Por no hablar de la tarjeta de Mariconsejos que te llegará junto con el ramo.
Ahora que ya sabes lo bonicos que llegan, ¿a qué estás esperando? Venga, ¡que te los quitan de las manos!
¡Un besico majos!